Veamos qué podemos hacer este deseado verano…
Sobre qué hablamos:
- Propuestas para hacer este verano
También en nuestro canal de youtube: https://www.youtube.com/watch?v=lvpVVQBN-TY
Sobre qué hablamos:
También en nuestro canal de youtube: https://www.youtube.com/watch?v=lvpVVQBN-TY
Me gusta decir coaching es “formación”, una herramienta más para formarse y aprender cosas nuevas tanto de nosotros mismos como de otros. Para mí el coaching es el arte de preguntar para provocar en el otro (en el cliente) un “qué pensar” que le ayude a buscar la solución, o más bien, que le ayude a saber “qué hacer” para superar una dificultad o problema. Y para ayudarle en la búsqueda de soluciones se emplean una serie de técnicas y herramientas que facilitan la búsqueda de recursos al cliente.
Arte de preguntar para provocar en el cliente un “qué pensar” y “qué hacer”
El proceso de coaching está compuesto por un coach (el guía) y un coachee (el cliente). Me centraré en el coaching individual.
Podemos decir, a grandes rasgos, que existen 2 modalidades:
– Coaching personal o life coaching; se centra más es aspectos personales, de la vida de cada uno fuera del ámbito profesional.
– Coaching ejecutivo o executive coaching; orientado al desarrollo profesional y temas relacionados con la empresa, aunque por supuesto siempre se tocan temas personales.
No sé si te habrás fijado, pero cuánto más sonríes a lo largo del día, mayor es tu optimismo y positividad y por ende, atraes más “cosas buenas”. Muchas veces no sabemos cuánto nos puede ayudar una sonrisa en el día a día.
La energía existe, es algo que está entre nosotros y según seamos podemos atraer la positiva o negativa. Si somos optimistas, no nos rendiremos antes las adversidades y siempre propondremos soluciones frente a éstas, atrayendo así, energía positiva. De lo contrario, si nos obcecamos en ver lo malo de las cosas, entonces hablaremos de energía negativa.
Para que una empresa o persona tenga éxito, es necesario tener energía positiva, manejar las dificultades y poner soluciones evitando los obstáculos, lo que no quiere decir que no haya obstáculos, siempre los hay, pero nosotros somos los que decidimos dónde poner el foco, si en esos obstáculos o en la solución para superarlo. Te animo a que pruebes esto, cuando te encuentres con una dificultad, bien en tu empresa o en tu vida personal, no te centres en lo que ha pasado sino en la solución o aprendizaje positivo que te pueden llevar.
Cada uno entiende la felicidad de diferentes formas. Para unos, la felicidad es tener mucho dinero para comprarse todos los caprichos que desea, para otros es tener salud, para otros tener amor, para otros tener una familia numerosa, etc. Sin embargo, lo que todas estas formas de felicidad tienen en común es el concepto, el concepto de sonreír cada día y disfrutar de la vida sin importar la forma en que seamos felices.
En la felicidad influyen directamente los pensamientos. Existen diferentes clasificaciones de pensamientos, sin embargo, vamos a centrarnos en una muy sencilla y clarificadora.
Diferenciamos los pensamientos en 4: los necesarios, los positivos, los inútiles y los negativos. Los necesarios son los que tenemos en el día a día como “¿qué desayuno hoy?” “¿qué hago después del trabajo”. Los positivos son los que nos ayudan a salir de situaciones difíciles. Esto no significa que dejemos de ver con claridad sino que somos capaces de ver la “mejor cara” de lo que nos ha sucedido. Por otro lado están los pensamientos inútiles, éstos no son ni constructivos ni negativos, aunque es cierto que aminoran nuestras fuerzas si son continuos.
Además, tienen la característica de que son pensamientos del pasado y del futuro pero no se centran en el presente. Por ejemplo “¿por qué no lo hice…? ¿Qué haré cuando…?”. Y por último están los pensamientos negativos. Éstos son los más perjudiciales, tanto para nosotros mismos como para la gente que nos rodea. Estos pensamientos se basan en el rencor, la ira, celos, insatisfacciones… y son nuestros mayores saboteadores.
En esta vida tenemos que ser felices haciendo lo que realmente nos gusta o apasiona, y cómo trabajar es necesario para vivir, qué mejor que “intentar” (y lo pongo entre comillas porque no se trata de intentar sino de hacer) formarse para desarrollar la profesión con la que nos sintamos felices.
Un profesor que tuve de física y química en el instituto, siempre nos decía: “si quieres ser carpintero, ¡estupendo!, pero quiere ser el mejor carpintero del mundo, esfuérzate por hacerlo cada día mejor, por aprender las nuevas técnicas, busca crecer…” Esta frase se me quedó grabada. La misión era descubrir dónde quería llegar y luego, luchar por ese sueño.
Ahora, muchos pensaréis cosas como: “claro, pero según está el mercado, a mí me encantaría, pero no me contratan de lo que me gustaría…”. Y sí, estoy de acuerdo, en muchos casos las personas no tienen las oportunidades que merecen. No obstante, si nos empeñamos en algo y luchamos por conseguirlo día tras día y año tras año, lo conseguiremos. Y esto nadie me lo quitará de la cabeza, porque nadie dijo que esto fuera fácil pero tampoco nadie dijo que fuera imposible. Que lloraremos, sí, que echaremos pestes por la boca en muchos momentos, quizás, pero lo más importante, ser positivos e insistir sin cesar hasta conseguirlo. Y para ello… un PLAN DE ACCIÓN, no hay objetivos logrados sin esto.
¿Qué es para mí ser flexible?; se trata de ser capaces de adaptarnos a los contratiempos o a las circunstancias que van surgiendo sin que ello nos afecte negativamente, modificando nuestras acciones para solventar las cuestiones emergentes. Por ello, esta habilidad está íntimamente ligada a la competencia de “adaptación al cambio”. Necesitamos adaptarnos a los cambios para ser flexibles y por qué no, también ser promovedores de ellos.
¿Consideras que eres lo suficientemente flexible?. Esta habilidad es algo que sirve para todos, para los emprendedores, para los que busquen empleo, para los que tienen trabajo, etc. Ser flexibles nos hace ser más empleables y mejores profesionales.
Beneficios de “Ser flexible”:
– Adaptamos rápidamente a nuevos entornos de trabajo, de proyectos, de equipo… Estaremos tranquilos y sabremos que podemos manejarlo.
– Es una gran habilidad buscada entre los empleados y candidatos potenciales a un empleo. Puede significar también tener disponibilidad de movilidad geográfica o ser capaces de responder una pregunta puntual de nuestro jef@ en horario fuera de la oficina. Y matizo, “puntual”, personalmente siempre abogo por la conciliación laboral y personal.
– Aprender a valorar “cosas pequeñas”. En ocasiones existen cosas en nuestras vidas que pasan desapercibidas y que solo cuando viene un cambio nos damos cuenta de que estaban ahí. Por esto, es importante aprender a valorar cada cosa que tenemos y darle el valor que merece.
– Adaptarnos a nuevos roles que puedan surgir, bien en nuestro puesto de trabajo, en nuestra propia empresa o en nuestra vida diaria. Esto hace que el estrés se reduzca, pues sabremos y sentiremos que podemos adaptarnos a las nuevas circunstancias.
– Mejorar cada día. Tener esta habilidad y deseo es muy importante también para mejorar nuestra flexibilidad. Cada día hay cosas nuevas por hacer y aprender y qué mejor manera de flexibilizarnos que proponernos aprender cada día algo nuevo. ¿Te animas?.
– Aumentar la posibilidad de tener nuevas oportunidades. Si somos flexibles y nos atrevemos a cambiar, optaremos a nuevas y mayores opciones que nos abrirán puertas, tanto en lo personal como en lo profesional.
Creo que dentro de cada uno de nosotros hoy se produce una gran ambivalencia. Por un lado, nos parece que esto de la Covid-19 empezó ayer o a lo sumo el mes pasado y, por otro, cuando vemos que dentro de muy poco cumpliremos un año con el virus como acompañante en prácticamente todos nuestros actos y como modificador de hábitos y realidades.
Al principio de todo esto hubo una gran emocionalidad en las empresas. Se mezclaba el miedo, especialmente al ser portador y contagiar a los seres queridos y a los no queridos, y valga el juego de palabras, aunque sin quererlo. Como todo era incertidumbre, faltaba lo esencial para la protección e incluso por semanas no sabíamos ni cómo protegernos, pero el lema era resistir (por piedad no pondremos a sonar la canción). En muchos sectores hasta se descubrió el sentido del trabajo que uno hacía y cuál era su importancia para las personas, el barrio, la comunidad, etc. Eso fue muy bueno pero muy frágil; el trabajo tenía, junto con las muchas horas que pasábamos en él, un significado, un sentido e incluso los clientes nos lo reconocían y la sociedad nos aplaudía a diario.
Aquí tienes el post también contado en vídeo…¡disfrútalo! https://youtu.be/uRR9_cp4nvU
Esta nueva realidad que nos ha llegado nos va a afectar también a las vacaciones, a ese codiciado momento que esperamos durante todo el año. Pues bien, ¡a adaptarnos!, no hay otra. Igual que lo hicimos con todo lo que nos ha ido sucediendo desde marzo, ahora también toca pensar en cómo pasar unas buenas vacaciones, solo que, de forma diferente a la habitual, a la de otros años. Y, además, no todos tendremos vacaciones o al menos la misma cantidad que otros años. Nos consta que hay muchas empresas que para salvar la situación tuvieron que dar a sus trabajadores unos días de vacaciones a lo largo de estos meses.
Han sido bastantes personas quiénes nos han comentado que este año se quedaban en casa a pasar las vacaciones o que, como mucho, irían a la casa del pueblo o de la playa. Esto lo decían sin mucho entusiasmo y con algo de tristeza. Por esto, nos gustaría dejarte algunas sugerencias que quizás te puedan ayudar a ver las vacaciones de este año de una forma diferente:
Aquí tienes el post también contado en vídeo…¡disfrútalo!: https://youtu.be/gHus3Eu_uic
Con seguridad, muchos de nosotros sentimos que estamos inmersos en una película y nos está costando ver esta situación como “algo real” que está ocurriendo. Y es comprensible, ahora más que nunca pienso que “la realidad supera a la ficción”. Sin embargo, a pensar de todos los sentimientos encontrados, si nos ponemos con una actitud positiva, no hay mejor momento que éste para poner en práctica todo lo que nuestro amigo Viktor Frankl nos enseñó, podemos encontrar algunas cosas “buenas” que esta dura situación nos ha brindado y que además, nos ayudarán a mirar este futuro, cada vez más cercano, con un punto de vista diferente.
Aquí te dejo una lista de algunas “cosas positivas” que he rescatado de estos momentos:
En redes sociales han sido numerosas las veces que se han publicado post sobre William Ury y su libro OBTENGA EL SÍ. Pues bien, en este post queremos mostrarte algunas claves importantes para el proceso de negociación. El libro nos muestra un método que diseñó William Ury, como autor principal, a través de su experiencia. No obstante, con tu propia experiencia también podrás ir identificando acciones y técnicas que te funcionen y que pueden completar aún más la visión de dicho libro.
Otro punto importante para remarcar antes de leer este post, es que cuando hablamos de negociación, nos referimos a cualquier tipo, no solo a las grandes negociaciones de políticos o grandes empresarios, en nuestro día a día todos nos vemos obligados a negociar, con hijos, hermanos, amigos, compañeros de trabajo, jefes, etc.