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Desarrollando mis HABILIDADES

 

Sobre qué hablamos:

  • Cómo desarrollar habilidades (soft skills)
  • El poder de la sonrisa
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Cambia la mirada y podrás saltar los obstáculos

No sé si te habrás fijado, pero cuánto más sonríes a lo largo del día, mayor es tu optimismo y positividad y por ende, atraes más “cosas buenas”. Muchas veces no sabemos cuánto nos puede ayudar una sonrisa en el día a día.

La energía existe, es algo que está entre nosotros y según seamos podemos atraer la positiva o negativa. Si somos optimistas, no nos rendiremos antes las adversidades y siempre propondremos soluciones frente a éstas, atrayendo así, energía positiva. De lo contrario, si nos obcecamos en ver lo malo de las cosas, entonces hablaremos de energía negativa.

Para que una empresa o persona tenga éxito, es necesario tener energía positiva, manejar las dificultades y poner soluciones evitando los obstáculos, lo que no quiere decir que no haya obstáculos, siempre los hay, pero nosotros somos los que decidimos dónde poner el foco, si en esos obstáculos o en la solución para superarlo. Te animo a que pruebes esto, cuando te encuentres con una dificultad, bien en tu empresa o en tu vida personal, no te centres en lo que ha pasado sino en la solución o aprendizaje positivo que te pueden llevar.

Puede que pienses que esto no es tan fácil, y es cierto, no obstante, es cuestión de ACTITUD. Es muy importante que tengas una ACTITUD POSITIVA y OPTIMISTA para que emerja lo “positivo” de algo, que en un principio, no lo parece.

Aquí te dejo unas pautas que seguro te ayudarán a encontrar el lado positivo de las cosas cuando te encuentres con una dificultad:

  1. Piensa PARA QUÉ me puede haber pasado esto. Un ejemplo: me da un lumbago tremendo que me impide irme de vacaciones este verano. Esto me puede suceder PARA QUE tome conciencia de la necesidad de ejercicio que tiene mi cuerpo y/o descanso.
  2. Ahora hay que ver qué puedo APRENDER. Siguiendo el ejemplo anterior: he aprendido que es bueno hacer ejercicio para mantenerme en buena forma y desconectar, para así, prevenir los dolores musculares y de articulaciones.
  3. Para finalizar, pongo el FOCO en la solución o posibles soluciones. Continuamos con el ejemplo: en cuanto me recupere del lumbago, voy a hacer ejercicio durante 45 minutos todos los martes y jueves desde las 21.30 de la noche, descansaré en el sofá hasta que me vaya a la cama y durante estas vacaciones voy a salir a caminar todos los días. De este modo, quizás pueda disfrutar la segunda semana de vacaciones fuera de casa.

Obstáculos y dificultades, con ello tenemos que convivir. Por ello, FOCALIZA en lo POSITIVO, con una SONRISA y siempre PENSANDO QUE SÍ HAY SOLUCIÓN, por tanto, si hay solución, el obstáculo o dificultad no lo es tanto.

Dejo la siguiente frase para tu reflexión, ¡disfrútala!:

“La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca.” Samuel Smiles

Cristina González Manzano

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Piensa diferente y notarás el cambio

Cada uno entiende la felicidad de diferentes formas. Para unos, la felicidad es tener mucho dinero para comprarse todos los caprichos que desea, para otros es tener salud, para otros tener amor, para otros tener una familia numerosa, etc. Sin embargo, lo que todas estas formas de felicidad tienen en común es el concepto, el concepto de sonreír cada día y disfrutar de la vida sin importar la forma en que seamos felices.

En la felicidad influyen directamente los pensamientos. Existen diferentes clasificaciones de pensamientos, sin embargo, vamos a centrarnos en una muy sencilla y clarificadora.

Diferenciamos los pensamientos en 4: los necesarios, los positivos, los inútiles y los negativos. Los necesarios son los que tenemos en el día a día como “¿qué desayuno hoy?” “¿qué hago después del trabajo”. Los positivos son los que nos ayudan a salir de situaciones difíciles. Esto no significa que dejemos de ver con claridad sino que somos capaces de ver la “mejor cara” de lo que nos ha sucedido. Por otro lado están los pensamientos inútiles, éstos no son ni constructivos ni negativos, aunque es cierto que aminoran nuestras fuerzas si son continuos.

Además, tienen la característica de que son pensamientos del pasado y del futuro pero no se centran en el presente. Por ejemplo “¿por qué no lo hice…? ¿Qué haré cuando…?”. Y por último están los pensamientos negativos. Éstos son los más perjudiciales, tanto para nosotros mismos como para la gente que nos rodea. Estos pensamientos se basan en el rencor, la ira, celos, insatisfacciones… y son nuestros mayores saboteadores.

Otra clasificación de pensamientos.

En muchas ocasiones a lo largo del día nos cuenta sonreír, ser positivos y mirar las cosas con optimismo pues pensamos que son circunstancias externas a nosotros las que nos hacen sentir malestar y no podemos hacer nada contra ellas. Pues bien, la realidad es que sí que depende de nosotros y podemos actuar frente a esas circunstancias.

Veamos un ejemplo: El jefe de Ana le ha dicho que el informe que le remitió no estaba correcto, ni en el formato ni en los contenidos. El tono que emplea su jefe es normal, en ningún momento eleva la voz. Opciones que tiene Ana (entre otras):

– Opción 1: Decirse “me ha jorobado el día” “no le soporto” “siempre está igual” “me regaña educadamente y no me dice cómo hacerlo bien”

– Opción 2: Preguntarse “¿por qué me dirá que está incorrecto el informe?” “¿cómo lo puedo mejorar para la próxima?” “quiero aprender a hacerlo mejor” “voy a preguntarle cómo lo quiere”

– Opción 3: Decirse “esto ha sido el empujón que necesitaba para hacer lo que yo realmente quiero” “quiero salir de aquí y hacer otras cosas diferentes que sí que me gusten y con las que disfrute”

¿Qué opción tomarías tú si fueras Ana? ¿Qué opción sueles tomar cuando te sucede algo parecido?

La primera opción es la que muchos de nosotros escogeríamos. Sin embargo, que te parece si a partir de ahora optas por opciones como la 2 o la 3. Nosotros somos quienes tenemos la llave de nuestros estados de ánimo. Pensar en positivo, mirando así las cosas desde un punto de vista optimista es una de las mejores claves para afrontar del día a día y ser feliz. Cada cosa que nos suceda, verla con otros ojos, desde la perspectiva del aprendizaje y del “¿qué parte positiva tiene esto?” “¿qué puedo aprender?”, empleando los pensamientos positivos. Es normal que haya cosas que de primeras te enfaden, pero una vez pasados los primeros momentos, puedes relajarte y pensar desde este otro punto de vista, poniendo el foco en lo “bueno” o “positivo” de lo que te ha sucedido.

Te dejo esta bonita frase que me envió una amiga y guardé en mi cajón de perlas:

Cristina González Manzano

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Acciones para conseguir todo lo que te propongas

En esta vida tenemos que ser felices haciendo lo que realmente nos gusta o apasiona, y cómo trabajar es necesario para vivir, qué mejor que “intentar” (y lo pongo entre comillas porque no se trata de intentar sino de hacer) formarse para desarrollar la profesión con la que nos sintamos felices.

Un profesor que tuve de física y química en el instituto, siempre nos decía: “si quieres ser carpintero, ¡estupendo!, pero quiere ser el mejor carpintero del mundo, esfuérzate por hacerlo cada día mejor, por aprender las nuevas técnicas, busca crecer…” Esta frase se me quedó grabada. La misión era descubrir dónde quería llegar y luego, luchar por ese sueño.

Ahora, muchos pensaréis cosas como: “claro, pero según está el mercado, a mí me encantaría, pero no me contratan de lo que me gustaría…”. Y sí, estoy de acuerdo, en muchos casos las personas no tienen las oportunidades que merecen. No obstante, si nos empeñamos en algo y luchamos por conseguirlo día tras día y año tras año, lo conseguiremos. Y esto nadie me lo quitará de la cabeza, porque nadie dijo que esto fuera fácil pero tampoco nadie dijo que fuera imposible. Que lloraremos, sí, que echaremos pestes por la boca en muchos momentos, quizás, pero lo más importante, ser positivos e insistir sin cesar hasta conseguirlo. Y para ello… un PLAN DE ACCIÓN, no hay objetivos logrados sin esto.

Una vez tenemos el plan de acción diseñado, hay que ponerse manos a la obra, y es entonces cuando tenemos que tener en cuenta lo siguiente:

1. Cada día seguiré los pasos marcados “estrictamente”, es decir, siempre seré flexible. No obstante, las tareas marcadas las realizaré, y si un día dejé una por hacer, ésta será hecha al día siguiente sin falta.

2. Evitaré cualquier situación que me desvíe de mi objetivo. Puntualmente no pasa nada, pero es importante centrarse y saber qué cosas pueden hacer que no llegue a la meta.

3. El día que me levante sin fuerzas y desmotivado, cerraré por un momento los ojos y pensaré en lo que ya he logrado y en lo que sé que voy a lograr. Lo visualizaré y me diré “lo voy a conseguir porque yo puedo con esto y con más”. Hacerlo tantas veces como nos sea necesario hasta sentirnos mejor y con más fuerza.

4. Llega un día en el que siento que no avanzo, que estoy estancado y que tengo que hacer algo diferente. Pues bien, pararemos y revisaremos el plan, quizás haya que modificarlo, cambiar alguna de las acciones, los tiempos, etc.

5. Si hay algo muy fuerte que me saque del mi plan de acción, es importante plantearse hasta qué punto éste es realmente el momento de querer llegar a la meta. Es algo muy común, las personas solemos comenzar a realizar algo sin habernos percatado de si es o no el momento adecuado. Podemos haber analizado todo, pero cuando verdaderamente se descubre si una persona quiere o no y dónde llega su nivel de compromiso, es en la ejecución de las acciones. Y si ahora no es el momento, lo será en un mes, en dos, en un año o nunca… quién sabe. Y recuerda, si nunca se llegara a ejecutar el plan de acción, podemos aprender mucho de ello, ¿no crees?.

En nosotros está lograr nuestro sueño, objetivo o meta, como queramos llamarlo, lo que sí es más que indispensable es querer lograrlo con todas nuestras fuerzas y con todo nuestro corazón, para que cuando nos pongamos a ejecutar las acciones, lo más importante, tengamos la energía suficiente para aguantar el tiempo necesario y requerido hasta lograrlo. Esto es clave.

Y para este post…maravillosa frase de Robert H. Schuller:

“Un logro espectacular esta siempre precedido por una preparación espectacular.” 

Cristina González Manzano

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Habilidades clave que buscan las empresas

¿Qué es para mí ser flexible?; se trata de ser capaces de adaptarnos a los contratiempos o a las circunstancias que van surgiendo sin que ello nos afecte negativamente, modificando nuestras acciones para solventar las cuestiones emergentes. Por ello, esta habilidad está íntimamente ligada a la competencia de “adaptación al cambio”. Necesitamos adaptarnos a los cambios para ser flexibles y por qué no, también ser promovedores de ellos.

¿Consideras que eres lo suficientemente flexible?. Esta habilidad es algo que sirve para todos, para los emprendedores, para los que busquen empleo, para los que tienen trabajo, etc. Ser flexibles nos hace ser más empleables y mejores profesionales.

Beneficios de “Ser flexible”:

– Adaptamos rápidamente a nuevos entornos de trabajo, de proyectos, de equipo… Estaremos tranquilos y sabremos que podemos manejarlo.

– Es una gran habilidad buscada entre los empleados y candidatos potenciales a un empleo. Puede significar también tener disponibilidad de movilidad geográfica o ser capaces de responder una pregunta puntual de nuestro jef@ en horario fuera de la oficina. Y matizo, “puntual”, personalmente siempre abogo por la conciliación laboral y personal.

– Aprender a valorar “cosas pequeñas”. En ocasiones existen cosas en nuestras vidas que pasan desapercibidas y que solo cuando viene un cambio nos damos cuenta de que estaban ahí. Por esto, es importante aprender a valorar cada cosa que tenemos y darle el valor que merece.

– Adaptarnos a nuevos roles que puedan surgir, bien en nuestro puesto de trabajo, en nuestra propia empresa o en nuestra vida diaria. Esto hace que el estrés se reduzca, pues sabremos y sentiremos que podemos adaptarnos a las nuevas circunstancias.

– Mejorar cada díaTener esta habilidad y deseo es muy importante también para mejorar nuestra flexibilidad. Cada día hay cosas nuevas por hacer y aprender y qué mejor manera de flexibilizarnos que proponernos aprender cada día algo nuevo. ¿Te animas?.

– Aumentar la posibilidad de tener nuevas oportunidades. Si somos flexibles y nos atrevemos a cambiar, optaremos a nuevas y mayores opciones que nos abrirán puertas, tanto en lo personal como en lo profesional.

Cómo mejorar esta habilidad:

Al igual que cualquier habilidad o competencia, todo se puede mejorar y/o aprender. Para ello, te dejo algunas recomendaciones:

– Un cambio de actitud. Para realizar cualquier cambio en nuestras habilidades, es muy importante tomar conciencia de la necesidad de mejora. Para saber esto, puedes responder a las siguientes preguntas:

  1. ¿Cómo de flexibles te consideras? (siendo el 1 lo menos flexible y el 6 lo más flexible)
  2. ¿Cuál es tu principal temor ante los cambios?
  3. ¿Consideras que te gustan los cambios repentinos?
  4. ¿Qué cambios estás dispuesto a afrontar tanto en lo laboral como en lo personal?
  5. ¿Qué cambios no estás dispuesto a afrontar ni en lo laboral ni en lo personal? ¿qué te impide afrontar esos cambios? ¿qué obstáculos te encuentras?

Una vez analizado brevemente tu grado de flexibilidad valora y hazte consciente del grado en el que puedes mejorar.

– Las nuevas tecnologías son una gran ayuda. Si teletrabajamos o si tenemos que ausentarnos de nuestro trabajo, con ella siempre podemos estar pendientes para dar respuesta.

– Otro punto con el que podemos ser más flexibles es promoviendo cambios. Solemos estar acostumbrados a que nos digan cómo tenemos que hacer las cosas y a veces no tenemos tiempo, o no lo encontramos, para proponer nuevas formas de hacer, nuevos planteamientos o estrategias. Pues bien, ahora es el momento, para que las cosas cambien, muchas veces, lo primero que tenemos que hacer es cambiar nosotros mismos, y una opción es proponer o plantear alternativas a cómo se están haciendo las cosas hasta el momento. ¡Pruébalo!

Para concluir, nada mejor que esta reflexiva y bonita frase:

“Las ramas rígidas se rompen, las flexibles permanecen”

Cristina González Manzano

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LO QUE los RECLUTADORES BUSCAN y POR QUÉ

Son muchas las veces que nos preguntáis a los reclutadores qué buscamos, y la respuesta es siempre la misma “depende de lo que la empresa pida, de cómo sea el responsable, el jefe, la cultura, etc”. Vamos a explicar esto bien. Hay una serie de habilidades que generalmente son requeridas por todos los reclutadores/empresas, mientras que hay otras que dependen en mayor medida de la empresa, su cultura, sus valores y también del superior que la persona contratada vaya a tener. Veámoslo con un ejemplo.

Si una empresa de origen americano (como sabéis son empresas con una mentalidad bastante abierta y muy focalizadas en los objetivos y resultados) contrata a una persona y el jefe de ésta es inclusivo, valora las aportaciones de las personas de su equipo, es capaz de lograr cohesión y un buen funcionamiento del grupo, lo más probable es que busque una persona proactiva, con iniciativa, resolutiva, que sepa trabajar bien en equipo, tenga buena capacidad de comunicación y se enfoque en los objetivos marcados. Por el contrario, si una empresa más conservadora, donde los directivos son más autoritarios y no se utiliza tanto la aceptación de sugerencias por parte de los empleados, es posible que para esta empresa un reclutador tenga que buscar a una persona no tan proactiva como en el caso anterior, que acate fácilmente las órdenes de un superior, que sea organizada y planificada para cuando le solicite algo su jefe fácilmente se lo pueda dar, etc. Está claro, en este último tipo de empresa las nuevas generaciones poca cabida tienen. De ahí que en muchas ocasiones exista una alta rotación de personal en estas organizaciones, por ejemplo, en puesto de IT (tecnología), ya que los empleados de esta área suelen ser bastante jóvenes.  

empresa americana

Y ahora hablaremos de las habilidades que habitualmente, no importa el tipo de empresa que sea, todo reclutador busca en un candidato:

 Humildad: y cuando decimos esta palabra no nos referimos a no ser proactivo o estar siempre con “la cabeza agachada” con alguna vez me nos han dicho en entrevista. Se trata de saber dónde estamos y estar con la disposición de aprender, ya que no lo podemos saber todo y más si entrado a una nueva empresa en la que, por muy directores que seamos, hay que aprender su cultura, conocer la organización y sus formas de trabajar. 

Responsabilidad y compromiso: responsabilidad es una palabra que se emplea mucho, pero en ocasiones no de forma correcta. Se trata de no dejar trabajos a medias, de estar comprometidos con la organización y nuestras tareas. No consiste en echar horas extra como se piensa y se dice. Consiste en arrimar el hombro cuando es necesario y de, si un día vas paseando y se te ocurre una idea estupenda para la empresa, lo tengas presente y cuando llegues al día siguiente, se lo cuentes a tus compañeros y a tu responsable. 

Positividad y motivación: todos sabemos que es mucho más agradable trabajar al lado de una persona que afronta los problemas como oportunidades y no esté instaurada en la queja constante. Esto no quiere decir que no nos quejemos si algo está mal o si sucede un inconveniente lo exterioricemos, pero una vez comentado, siempre hay que buscar la solución y focalizar en lo bueno de esa situación o en lo que podamos aprender de ella. Esperamos que con este post se te aclaren algunas dudas que a todos nos han surgido en algún momento de nuestra carrera y si están ahora mismo inmerso en un proceso de selección tengas algunas claves que te puedan ayudar.   Con esta fantástica frase de Baruch Spinoza que sin duda nos hace reflexionar cerramos este post:

“La actividad más alta que un ser humano puede conseguir es aprender para entender, porque entender es ser libre”

Cristina González Manzano

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Sigamos aprendiendo sobre NEGOCIACIÓN

En redes sociales han sido numerosas las veces que se han publicado post sobre William Ury y su libro OBTENGA EL SÍ. Pues bien, en este post queremos mostrarte algunas claves importantes para el proceso de negociación. El libro nos muestra un método que diseñó William Ury, como autor principal, a través de su experiencia. No obstante, con tu propia experiencia también podrás ir identificando acciones y técnicas que te funcionen y que pueden completar aún más la visión de dicho libro.

Otro punto importante para remarcar antes de leer este post, es que cuando hablamos de negociación, nos referimos a cualquier tipo, no solo a las grandes negociaciones de políticos o grandes empresarios, en nuestro día a día todos nos vemos obligados a negociar, con hijos, hermanos, amigos, compañeros de trabajo, jefes, etc.

negociacion

Para empezar, comentamos los puntos clave para la preparación de una negociación, qué deberíamos de tener en cuenta:

Diferenciar entre INTERESES y POSICIONES. Venimos de una negociación por posiciones, donde era muy difícil comprometer a la otra parte, hablábamos de un YO GANO y TU PIERDES y ahora pasamos a un YO GANO y TÚ GANAS. Yo me voy a mantener en mi posición, pero porque tengo unos intereses que me aferran a ella y lo que tengo que hacer es descubrir cuáles son los intereses de la contraparte porque ahí suele estar el quid de la cuestión. En todo momento vamos a hablar de intereses que tiene la contraparte por conseguir algo y vamos a alejarnos de la posición, de “quiere lo contrario”, y es que seguramente quiere lo contrario porque tiene un interés, una necesidad que cubrir y nosotros tenemos que ayudarle a cubrir su necesidad.

Qué necesito YO; es decir, una vez la negociación termine, qué necesito haber conseguido. Y aquí podemos hablar de lo que el libro de Ury dice que es el MAAN (Mejor Alternativa a un Acuerdo Negociado). Y es que siempre tenemos que tener muy claro qué es lo máximo/mejor que podemos lograr en una negociación y también mi límite a ceder, lo mínimo que puedo lograr, cuál es mi límite.

Qué necesita LA CONTRAPARTE; esto es fundamental, tengo que determinar qué cosas me puede solicitar la contraparte para estar preparado y tener argumentos suficientes.

Puntos en COMÚN; en una negociación siempre existen algunos puntos en común y en ellos nos debemos apoyar.

OPCIONES; cuando Ury habla de opciones se refiere a las distintas cosas que las partes pueden crear para solucionar un problema. Hay que ser creativo, innovar y pensar un paso más allá porque seguro que hay muchas opciones que de primeras no se nos habían ocurrido y que por qué no, pueden ser beneficiosas para la otra parte.

Recuerda, la negociación tiene un tiempo importante de preparación previa, emplea este tiempo y verás que los resultados mejoran considerablemente.


Ahora, hablaremos de algunas herramientas y técnicas que nos pueden ayudar en una negociación:

Crear buen rapport, es decir, crear un espacio de confianza y comodidad que provoque que la conversación fluya con naturalidad. Se trata de estar en sintonía con la otra persona, de generar confianza y para ello también es importante conocer a la otra parte. Si no es posible en persona, siempre podemos indagar sobre ella en redes sociales. No obstante, la naturalidad, el ser uno mismo, el tratar de hacer sentir bien la otra persona, escuchándolo, que no oyendo, ayuda mucho en el proceso de negociación.

Involucrar a la contraparte, hacerle partícipe de la toma de decisiones. Nosotros hemos realizado un trabajo previo buscando las necesidades que la contraparte podía tener. Sin embargo, recuerda, siempre nos sentimos más comprendidos y escuchados cuando nos preguntan y escuchan nuestras necesidades y argumentos.

Preguntar, ligado con lo anterior. Este recurso es potentísimo. Cuanto más preguntes más información vas a tener para tomar decisiones. Con esta herramienta lograrás dos cosas; por un lado, hacer partícipe a la contraparte, involucrarla en el proceso. Y por otro lado, obtener información que puede ser o no valiosa pero que siempre puede ser útil en un momento determinado.

Apoyarse en los silencios. Este es un recurso que en muchas ocasiones dejamos de lado porque suele crear incomodidad. Pues bien, en una negociación los silencios juegan un papel importante. Son sugerentes, incitan a la otra parte pensar y por qué no, tomar un respiro si lo necesitamos.

Generar opciones invitando a la contraparte a generarlas. Hay que involucrar a la otra parte en el proceso de negociación, que se sientan tan partícipes como nosotros.

Usar criterios justos. Se trata de que haya equidad en la negociación y para ello hay que determinar los criterios que se emplearán. Por ejemplo: la situación actual del mercado, las leyes, el trato igualitario, etc.

Al final, hacer un resumen de las conclusiones, para que ambas partes tengan muy claro cuáles fueron las decisiones finales.

Leer el lenguaje no verbal. Esto para mí es fundamental. Muchas veces la mirada y los gestos dicen cosas totalmente contrarias a lo que dicen las palabras, por ello, vigila el lenguaje no verbal. Te dejo dos artículos que escribí en su día y que seguro que te pueden ayudar con esto:

¿Has oído hablar de la Sinergología? https://bit.ly/2Z7xVdr

Acércate al interlocutor https://bit.ly/2OeeNcN

Y ahora… ¡solo queda que te pongas manos a la obra! Cuanto más practiques, mayores probabilidades de éxito tendrás. Por ello, te recomiendo que empieces con las negociaciones que consideres más fáciles para ir perfeccionando poco a poco por si algún día tienes que realizar la que consideras “una gran negociación”.

Este post lo concluimos con una fantástica frase de Peter Drucker:

“Debemos escuchar lo que se dice, pero aún más importante en una negociación, es escuchar todo aquello que no se dice.”

¿Por qué no soy seleccionado en los procesos de selección? ¡Descúbrelo!

Muchas veces una entrevista no se supera, no por conocimientos técnicos, sino por las competencias, habilidades que demuestra un candidato y que se requieren para cada puesto.

Tengo consultas todas las semanas sobre: “¿por qué no pasé la entrevista?” “sé hacer todo lo que piden ¿por qué no me cogen?” “¿qué falla en mí para que no me cojan?” “he hecho 6 entrevistas y no me han llamado ¿qué puede estar pasando?, etc.

entrevista

Hay muchas personas que creen que se debe a la parte técnica, que hay algo que requieren para desempeñar ese puesto de trabajo y que desconocen. Y bueno, esto posible siempre y cuando les hayan preguntado por temas concretos y técnicos del puesto y hayan sentido que sus respuestas podían cojear. Sin embargo, esto suele suceder en la minoría de casos a excepción del requisito de saber un idioma, normalmente inglés. Por regla general, y recalco esto, por regla general, las personas tendemos a poner un nivel mayor al que realmente tenemos, de ahí que en ocasiones en las entrevistas haya sorpresas. Y lo comento con gran conocimiento de causa. Por esto, algo que ya he comentado en algún otro post, es importante la sinceridad, que no sincericidio ¡recuerda!, ya que si no podemos vernos en apuros en algún momento.

Quitando esto, ¿cuáles pueden ser los motivos por los que nos descarten?

Pues bien, algo a tener muy en cuenta cuando asistimos a una entrevista y que afecta directamente con ser descartados y conocemos la oferta, es:

– Cuáles son los valores de la compañía. Si, por ejemplo, uno de los valores de la empresa es la innovación y nosotros nos consideramos personas poco innovadoras, es posible que cuando nos hagan preguntas para determinar si somos o no innovadores, se descubra que no lo somos tanto. Importante, esto no es bueno ni malo, simplemente se observa si nuestra “forma de ser” puede, o no, encajar con esta compañía.

– Cuáles son las habilidades personales requeridas para el puesto. Supongamos que están buscando un Ingeniero informático que tenga capacidad analítica, orientación al detalle y tenga capacidad de comunicación e influencia. Es común que un Ingeniero Informático tenga una capacidad analítica muy desarrollada y también su orientación al detalle, ya que tiene que estar siempre pendiente de que todo cuadre. Sin embargo, es posible también que su capacidad de comunicación e influencia no esté tan desarrollada como la empresa pida ya que estos perfiles no siempre se ven en la necesidad de desarrollar estas otras habilidades. Pueden ser muchos los motivos por lo que una empresa puede requerir esta habilidad en un perfil como este, por ejemplo, porque quiera que crezca en la compañía y llegue a tener equipo a cargo. Para lo que se requiere tener buena capacidad de comunicación e influencia. Cierto es que la empresa tendría que tener un plan de desarrollo para que la persona llegue a donde se le pide, pero la base tiene que estar y en muchos casos esa base es demasiado baja para lo que se requiere. Y esto no quiere decir que la persona no sea un gran profesional o que no vaya a encontrar un empleo, simplemente significa que será otra empresa la que le seleccione porque para esta se requieren una serie de habilidades que el candidato, por ahora, no tiene desarrolladas.

habilidades

Importante, hay ciertas habilidades personales que prácticamente son buscadas por la mayoría de las empresas, y son:

– Proactividad e iniciativa; piden que las personas se involucren, tengas ideas y las pongan en marcha.

– Autonomía; nadie tiene que estar detrás nuestra diciéndonos en todo momento lo que tenemos que hacer. Una vez tengamos las pautas claras, funcionamos solos.

– Trabajo en equipo; clave a la hora de trabajar en cualquier organización.

– Capacidad de comunicación; algo fundamental es saber trasmitir y hacerlo de una manera correcta y que “transmita”.

– Flexibilidad y adaptación al cambio; toda empresa está en continuo cambio y por eso hay que ser flexible y adaptarnos con facilidad.

Y cada vez más nos piden personas positivas y optimistas. En las empresas se presentan dificultades diarias, y qué mejor que mirar el lado positivo de las cosas, buscar soluciones y pensar que todo saldrá bien.

Mi recomendación es que, si consideras que no tienes un buen nivel de estas habilidades, las trabajes para desarrollarlas. Puedes hacer cursos, hacer un proceso de coaching, leer libros y poner sus recomendaciones en práctica, etc. Hay muchas opciones para mejorar, solo tienes que ponerte a ello.

Y estarás pensando, pero si en muchos casos no sabemos nada de la oferta. Y sí, os comprendo, entonces, ¿qué hacemos? Pues ser nosotros mismos y demostrar que somos quiénes hemos dicho en el curriculum. Hay personas que ponen cosas como “soy una persona con gran capacidad de liderazgo, orientada a resultados y empática”. En cambio, en la entrevista se observa o lo contrario o que si tiene estas habilidades las posee en un nivel muy bajo. Por todo esto, refleja en tu candidatura quién eres y si te llaman para una entrevista, solo tendrás que ser y ofrecer la mejor versión de ti mismo.

Recuerda: que no seas seleccionado no significa que seas un mal profesional o que “no valgas para trabajar” como me dicen muchas personas. Lo más seguro es que la empresa esté buscando a un profesional diferente a ti, con otras habilidades que no tienen por qué ser mejores ni peores, simplemente son otras.

Como conclusión, qué mejor frase que ésta de Martin Luther King Jr.:

“Da tu primer paso ahora, no es necesario que veas el camino completo. Sólo da tu primer paso. El resto irá apareciendo a medida que camines”